Por arrojar perlas a los puercos.
Por no ser indiferente a la injusticia.
Por avanzar mientras otros retroceden.
Por descreer de los grandes cambios.
Por no disfrutar del optimismo de los ingenuos.
Por subir saltando.
Por temer más a los tontos que a los malos.
Por creerle más sincero a Borges que a Sábato.
Por confiar más en los pecadores que los santos.
Por tener que adaptarme a veces a los mentecatos.
Por saborear las derrotas como oportunidades para próximos triunfos.
Por dar marchar atrás sin mirar el precipicio.
Por creer que al ayudar al otro me estoy ayudando.
Por cruzar limites que otros me han marcado.
Por amar mas a Judas que a San Pablo.
Por rechazar los que otros se desesperan por obtener.
Marcos
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